En muchos hogares, la idea de llevar a un ser querido a rehabilitación todavía se enfrenta a un muro de creencias equivocadas. Estos mitos y prejuicios sobre la rehabilitación, heredados de generaciones pasadas y alimentados por desinformación, pueden retrasar la búsqueda de ayuda y, en consecuencia, agravar el problema.
Por ello, en este artículo, queremos desmontar los mitos más frecuentes sobre la rehabilitación en algunos entornos familiares, explicando por qué son falsos y cómo puedes superarlos. Recordemos que la información correcta puede marcar la diferencia entre una recuperación exitosa y un ciclo interminable de recaídas.
¡Acompáñanos para conocer más sobre los mitos y prejuicios en rehabilitación!
¿Cuáles son los mitos y prejuicios sobre la rehabilitación más comunes?
Algunos de los mitos y prejuicios más recurrentes sobre la rehabilitación en algunos entornos familiares son los siguientes:
«La rehabilitación es solo para personas en situación extrema»
Con este mito, se evidencia que muchas familias esperan a que la adicción haya causado daños severos antes de considerar un tratamiento médico. Este prejuicio es peligroso porque la rehabilitación es más efectiva cuando se inicia temprano.
No es necesario que el adicto toque fondo para buscar ayuda profesional.
«Si la persona no quiere, el tratamiento no funciona»
Aunque la motivación del adicto es fundamental, existen métodos y terapias que ayudan a que el paciente construya esa motivación durante el tratamiento. Asimismo, la participación de la familia resulta crucial para acompañar y fortalecer el compromiso con la recuperación.
El rol de la familia en la recuperación: ¿qué pasa si la familia no apoya el proceso?
Regresando a la importancia de la familia en la recuperación del adicto, hablemos sobre las consecuencias que se generan cuando la familia no es parte del proceso. Cuando el núcleo familiar mantiene prejuicios, es más probable que el paciente abandone el tratamiento.
Adicionalmente, la falta de apoyo emocional o la desconfianza en los profesionales de la salud, puede generar un ambiente hostil que dificulte la recuperación.
Para evitarlo, es fundamental que la familia también reciba orientación y participe en terapias familiares, donde puedan aprender a dejar atrás mitos, prejuicios y miedos.
Mitos y prejuicios sobre la rehabilitación: ¿cómo superarlos?
Seguimos explorando las creencias que aún persisten sobre la rehabilitación en ciertos entornos familiares, y en esta ocasión también te brindamos algunas recomendaciones para superar esos mitos y prejuicios:
«En mi familia no hay adicciones»
Este pensamiento dificulta aceptar el problema, ya que la negación suele ir de la mano con la falsa idea de que la adicción es una «debilidad moral» y no una enfermedad. Reconocer que cualquier persona puede requerir rehabilitación es el primer paso hacia una solución efectiva.
¿Qué puedes hacer? Informarte con fuentes confiables, acudir a profesionales y asistir a charlas o talleres sobre adicciones. ¡Cuanta más información obtengas, más sencillo será desmontar ideas equivocadas!
“Si no quiere rehabilitarse, no hay nada que hacer”
Numerosas familias piensan que el cambio solo puede darse si la persona adicta lo desea genuinamente desde el principio. Como mencionamos anteriormente, aunque la motivación es importante, la intervención temprana y el apoyo profesional pueden ayudar a generar esa motivación, incluso si al comienzo no existe.
¿Qué puedes hacer? No esperes a que la persona «reaccione por sí sola». Busca asesoría con un experto en adicciones y explora estrategias de intervención que incluyan tanto a la familia como al paciente.
“Los centros de rehabilitación aíslan a la persona y la alejan para siempre de su familia”
Algunos entornos familiares asumen que internar a un ser querido en un centro de rehabilitación significa perder contacto o romper el vínculo afectivo con él. Esta percepción genera miedo y resistencia al tratamiento.
¿Qué puedes hacer? Informarte sobre las modalidades de tratamiento que incluyen terapias familiares y visitas programadas. Estos espacios idóneos porque fortalecen los lazos, promueven la comunicación y facilitan la reintegración después de la rehabilitación.
En centros de adicciones de Puebla, como Clínica SER, encuentras terapias guiadas por profesionales comprometidos con tu recuperación y la de tu familiar adicto.
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Mitos y prejuicios sobre la rehabilitación: la información como herramienta de cambio
Cuando la familia comprende que la rehabilitación es un proceso médico, psicológico y social, muchos miedos y estigmas desaparecen. La educación en adicciones no solo beneficia al paciente, sino que también fortalece al entorno familiar para prevenir recaídas.
Finalmente, queremos añadir que desmantelar los mitos sobre la rehabilitación y los prejuicios familiares es un paso esencial para que una persona con adicción reciba el apoyo que requiere. ¿La razón? Porque cuando el temor al «qué dirán» o las creencias erróneas pesan más que la salud, se retrasa la búsqueda de ayuda y se aumentan los riesgos para el paciente.
En Clínica SER, ofrecemos programas de rehabilitación respaldados por profesionales especializados y terapias diseñadas para el paciente y su familia. Si en tu hogar aún hay dudas o mitos, es momento de dar el primer paso hacia una recuperación libre de prejuicios.
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