¿Qué es la impulsividad?
La impulsividad cómo muchos podemos conocerla o la podemos observar, es aquella respuesta inmediata e intensa que una persona expresa ante una situación que resulta ser desafiante en ciertos aspectos, o bien, a situaciones que representan cierto riesgo que conlleva a las adicciones y que resultan ser repulsivos y, cuya respuesta suele ser mayormente aversiva para el resto de las personas.
Es una de las razones de alta importancia por las que una persona suele tener mayor predisposición y ser vulnerable a desarrollar adicciones, se manifiesta por la incapacidad para mantener el autocontrol y la necesidad de obtener una gratificación inmediata; se presenta ante la dificultad de una persona para controlar sus emociones, situaciones o acciones, esto debido a que la persona cuenta con una baja o nula capacidad para tolerar situaciones frustrantes en comparación con el resto de las personas, siendo así, su respuesta inmediata basada en una cubrir dicha necesidad, llevando a la persona a expresarse sin detenimiento ante las consecuencias de sus actos.
La impulsividad relacionada con la adicción
La impulsividad se relaciona directamente con la adicción ya que una persona que padece de esta enfermedad, por lo regular experimenta altos grados de tensión y ansiedad, lo cual, lleva a la persona a reaccionar de cierta forma que una vez liberada dicha tensión, experimenta en su organismo sensación de tranquilidad, ha calmado el deseo imperioso que experimentaba. Regularmente, la impulsividad fomenta el deseo de consumo, convirtiéndose después en una conducta anticipatoria al consumo y/o recaídas.
Ante respuestas inesperadas resulta difícil saber cómo interactuar, es por ello que es preciso conocer aquellas respuestas que indican la presencia de la impulsividad, algunos de ellos pueden ser: ira descontrolada, agresividad, violencia, entre otros, mismas respuestas que pueden llevar a pequeños accidentes hasta conductas de riesgo; estas respuestas suelen ir acompañadas posteriormente de experiencias desagradables como sufrimiento, vergüenza, culpa y pensamientos intrusivos llevando a tener ideas difusas sobre el control de su propia vida.
Las adicciones son un trastorno mental crónico, es decir que alternan periodos de consumo mucho más descontrolado con periodos de abstinencia en los que se abandona el consumo. Se generan cambios en los circuitos del cerero que provocan que la persona consuma de forma compulsiva a pesar de tantas consecuencias físicas y psicológicas es recomendable buscar la rehabilitación y apoyo para no llegar a consecuencias negativas.
Vías de acción para trabajar la impulsividad
No obstante, podemos conocer ciertas vías de acción que permitirán abordar saludablemente y trabajar en aquellas conductas impulsivas. Es viable practicar la atención plena y consiente sobre las situaciones detonantes, permitirnos evaluar lo que generó y porqué se ha dado dicha respuesta, qué situación, personas, emociones etc., que incitaron la respuesta, valorar consecuencias generadas, reflexionar sobre respuestas asertivas que pudieron utilizarse en ese momento, generar estrategias que se puedan manejar en un momento posterior siendo el caso de experimentar nuevamente la misma situación o similares.
Generar un plan de acción, practicar la implementación de límites, asimismo, permitirse experimentar situaciones en donde se pueda estar frente a ciertos estímulos que puedan ser precursores de la conducta impulsiva pero que puedan desarrollarse en un ambiente controlado, así se puede tener una experiencia o acercamiento gradual a los mismos e irlos enfrentando conforme a la capacidad de adaptación que cada persona se permita o cuente llevando así a aprender a identificar situaciones de riesgo antes de presentarse y ser sorprendido por ella.
Aprender sobre el autocontrol no es una práctica fácil, aprender a conocer nuestras emociones, nuestras conductas, permitirá ir desarrollando la capacidad para expresar respuestas que de cierto modo puedan ser elegidas antes de ser expresadas y así lograr el menor grado de impacto negativo hacia sí mismo y el entorno. Deberá ser una práctica y entrenamiento constante.
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ANDRÉS LUCIANO GREGORIO.
Maestría en Psicología Clínica.
Cédula profesional. 11050830
Terapeuta de Clínica SER
