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El Dragón de dos Cabezas

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El Dragón de Dos Cabezas. Había una vez, un príncipe perdidamente enamorado de una princesa. Por desgracia, ésta se encontraba cautiva en un castillo del que no podía salir, pues estaba custodiado por un terrible dragón de dos cabezas que no permitía que nadie se acercara. Si algún osado se atrevía, era atacado ferozmente por el monstruo que ya contaba muchas víctimas. Pero nuestro príncipe era una persona decidida y audaz que se había propuesto vencer al dragón de dos cabezas.

Lo enfrento, tomó su espada y con gran fuerza y determinación cortó una de las cabezas. En el lance, el príncipe perdió su espada y tuvo que abandonar la lucha. Cuando regresó al castillo, nuestro héroe quedó perplejo al observar que el dragón de dos cabezas, aún conservaba ambas. Por alguna razón incomprensible el monstruo había logrado regenerar su cabeza perdida.

El príncipe decidió volver al pueblo para pedir consejo y poder armar así una estrategia que le permitiera vencer al dragón de dos cabezas. Consultó con los sabios del pueblo, quienes le dijeron que la única forma de poder vencer al dragón era cortar sus dos cabezas de un solo tajo, pues tenía la capacidad de regenerar la cabeza perdida siempre que conservara la otra.

Sabedor de este secreto, el príncipe se armó con una espada mucho más grande y poderosa. Lanzó una fuerte estocada a las dos cabezas del dragón y lo mató.

El príncipe entro en el castillo y liberó a la bella princesa, con quien se casó y vivieron felices por muchísimos años.

¿Qué representa El Dragón de Dos Cabezas?

El Dragón de Dos Cabezas representa la dura lucha que tiene que emprender un alcohólico para poder alcanzar la sobriedad. El príncipe representa al enfermo alcohólico que quiere recuperarse; el dragón es la enfermedad del alcoholismo, la cual tiene una dualidad: está representada por las dos cabezas del dragón, la primera cabeza es la cabeza adictiva, que representa la ingobernabilidad del alcohólico ante el alcohol; la cabeza neurótica que representa la ingobernabilidad del alcohólico ante sus sentimientos y emociones. La princesa representa lo que todo alcohólico aspira en su recuperación: la felicidad. El castillo representa la sobriedad. Los sabios del pueblo representan los consejeros, los médicos, los psicólogos, y los psiquiatras que le dicen al alcohólico lo que debe hacer para vencer su enfermedad.

En Clínica SER® se ofrece un Programa de Rehabilitación de Adicciones Integral, donde, se cuenta con un modelo profesional de atención que conjunta a un equipo de especialistas y terapeutas ampliamente calificados.

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Psic. Jehú Rosales Gómez. Terapeuta de Clínica SER

Este texto es una adaptación del libro “Borrachera seca” por José Antonio Elizondo López.

 

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