Dejar de consumir no es solo una decisión personal, sino un compromiso con un estilo de vida más consciente y sostenible. Al reducir nuestra dependencia de bienes materiales, abrimos la puerta a nuevas experiencias y formas de vivir que priorizan la calidad sobre la cantidad. Este cambio puede parecer desafiante al principio, pero con la mentalidad adecuada y algunas estrategias efectivas, es posible transformar nuestra relación con el consumo.
Ya dejé de consumir, ¿ahora que hago?
Cuando tengas ganas de consumir, imagínate un letrero grande que diga ¡Alto! Analiza tus pensamientos y la situación en la que te encuentras, e identifica los posibles riesgos.
Piensa, actúa, siente. Evalúa tus estrategias para evitar el consumo.
¿Qué puedes lograr con eso?
- Enfocarte en tus habilidades.
- En realizar actividades que te relajen y tranquilicen.
Habitualmente, un proceso de recaída se inicia con un disparador que te recuerda situaciones o conductas asociadas al consumo.
¿Cuáles pueden ser los disparadores?
Es primordial saber antes que nada que estos se clasifican en 2 categorías: externos e internos.
Disparadores externos
- Conflictos familiares.
- Tener contacto con situaciones, ambientes, personas u objetos relacionados con el uso de sustancias.
Disparadores internos
- Estados de ánimo, como ansiedad o coraje.
- Tener pensamientos relacionados con consumo de drogas.
- Tener deseos de estar con amigos usuarios.
- Experimentar síntomas de abstinencia.
Si estos estímulos se te presentan en un contexto o ambiente que los refuerce, de manera que tengas mayor probabilidad de caer en el uso de sustancias, ¡ALTO!
Esto es una situación de riesgo para ti.
Ante esta situación, evalúa e identifica las ganancias y pérdidas a corto y largo plazo de consumir y/o mantenerte en abstinencia. El resultado de hacer esto te llevará a tomar una mejor decisión.
La recaída es un proceso, puedes prevenirla identificando las situaciones que te llevan a ella.
Trasforma
- La situación y tus pensamientos negativos en positivos.
- Enfoca tu mente en los logros que has obtenido y no dudes de tus capacidades, llegarás tan lejos como te lo propongas.
- Logra un cambio en TU estilo de vida, un cambio que te aleja de la adicción
- Observa a tu alrededor, pide ayuda, platica con alguien.
-
Expresa tus emociones
¡EVITA RECAER!
Piensa cuáles son las situaciones que pueden ayudarte a anticipar los riesgos.
Las estrategias que te hayan funcionado para evitar alguna vez una recaída. Pon en prácticas otras que consideres te puedan ayudar a no consumir en ese momento. No siempre se puede solo o sola, busca ayuda profesional, retoma tu tratamiento; el recaer no significa que hayas fracasado. La recaída es parte del proceso del tratamiento y la rehabilitación.
¿Cuáles son los beneficios de la abstinencia en distintas áreas?
- Familiar: se aprenden formas de comunicación adecuadas, aceptación de responsabilidades y fomento de actividades gratificantes compartidas con tu familia.
- Tiempo libre: cambio en el grupo de amigos y de actividades sin consumo.
- Formación académica: iniciar o retomar la asistencia a clases y mejorar los hábitos de estudio y las calificaciones.
- Laboral: buscar oportunidades de empleo, comenzar o mantener una actividad laboral estable o cambiar la misma, si está asociada al uso de sustancias.
- Salud: establecer y mantener hábitos de autocuidado saludables.
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Mtro. Edward Fisher
Ced 6987755
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