Psicoeducación familiar II: el conflicto familiar y el estrés

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Psicoeducación familiar II: el conflicto familiar y el estrés | Clínica SER

El conflicto familiar y el estrés: entendiendo el problema

Algunos de los factores recurrentes que pueden incrementar el consumo de sustancias adictivas en los hijos son el conflicto familiar y el estrés, los diferentes estilos de educación, las psicopatologías, la negligencia y la permisividad.

En el núcleo familiar, pueden surgir conflictos excesivos, como los abusos verbales, físicos o sexuales; las pobres relaciones entre padres e hijos; la desorganización interna; la falta de límites y un manejo inadecuado del estrés familiar. Todo esto puede convertirse en una secuela del abuso de sustancias en los adolescentes.

La presencia de un hijo o padre con adicción refleja un ambiente familiar deteriorado y alteraciones en el funcionamiento familiar, destacando la baja calidad afectiva y las relaciones disfuncionales, lo que genera un clima negativo.

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    El conflicto familiar y el estrés: factores de riesgo en el consumo de drogas

    Los factores de protección, como la cohesión familiar, pueden transformarse en factores de riesgo debido a la presencia del conflicto familiar y el estrés. Estos elementos pueden predecir la probabilidad de que alguno de los hijos —o la propia pareja— inicie el consumo de sustancias de manera temprana.

    Por otro lado, los estilos educativos también pueden convertirse en factores de riesgo fácilmente identificables en relación con el consumo de drogas. Prácticas inadecuadas, como la falta de reglas, normas o límites claros, la sobreprotección, la permisividad o el exceso de rigidez, así como la falta de reconocimiento a los logros obtenidos, contribuyen a este problema.

    Además, la comunicación juega un papel crucial en este contexto. La mala comunicación o la ausencia de ella, combinada con un clima conflictivo, así como mensajes ambiguos y contradictorios (como «te quiero, pero no me digas nada» o «ve, pero no estoy de acuerdo»), generan reacciones neuróticas en los miembros de la familia, convirtiéndose en detonantes de consumo.

    La codependencia en el contexto de la adicción

    La codependencia se define como la manutención de una relación de dependencia afectiva hacia una persona que, a su vez, está controlada por un objeto de dependencia. Esto contribuye al mantenimiento de la conducta de consumo y de otros comportamientos dañinos, ya que se centra en el otro, y descuida sus propios objetivos, intereses y preocupaciones.

    Dicha situación se ve agravada por la incapacidad de expresar sus propias emociones, y por la necesidad auto-negligente de ayudar. De este modo, podemos observar que el comportamiento del consumidor es influenciado por el codependiente, ya que la atención de alguien emocionalmente significativo se convierte en una ganancia secundaria que perpetúa el consumo.

    En mi próxima publicación, profundizaré más sobre esta relación simbiótica entre la familia y codependencia.

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    Mtro. Psicól. Adrián Alberto Pérez Méndez

    Maestría en Psicología Clínica Infanto–Juvenil

    Psicoterapeuta en Clínica SER

    Cédula Profesional 11050830


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