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La manipulación emocional, Parte II

Tabla de contenidos

¿Estoy siendo manipulado emocionalmente?

Para poder saber si se encuentra en medio de una relación manipulada, se deben de identificar diferentes factores o circunstancias que son señales de estar siendo manipulado.

Lo primero importante es identificar el tipo de relación que se está llevando a cabo y los sentimientos que en ésta se presentan cuando se encuentran juntos. Puede ser que los sentimientos que se presenten sean de culpabilidad, vergüenza temor o miedo, de inseguridad, rechazo, etc. Sí estos sentimientos se presentan, son signos y síntomas de que usted posiblemente se encuentre en una relación en donde está siendo manipulado (a).

Otros signos que podemos observar es el hecho de que se sienta de alguna u otra forma bajo presión de hacer o decir que no se querían, de sentir miedo o temor a expresar lo que se siente o piense, por lo que pueda llegar a pensar la otra persona o por lo que le exija sin que le dé opción. Bajo estos signos pueden esconderse formas o tácticas de manipulación. Estas tácticas pueden llevar al manipulador a aislar a su víctima, forzarla, hacerla de menos, no darle atención o no tomarla en cuenta, desvalorizarla, generarle miedo a decir lo que piensa o siente, el que no se sienta apoyado emocionalmente o en abandono afectivo.

Tales tácticas o estrategias harán que el manipulado presente pérdida de identidad, sobre todo si el manipulador tiene control total, lo que en muchas ocasiones hace que el manipulado no se dé cuenta de la situación en la que se encuentra. Hay que recordar y tomar en cuenta que el manipulador emocional presenta una necesidad imperiosa de sentirse admirado, con poder y dominio, lo que esconde una gran inseguridad de sí mismo.Cabe aclarar que muchos manipuladores adquirieron desde la infancia por modelaje y permisibilidad de la familia a utilizar en poder, primeramente a través de los berrinches para exigir lo que querían o para llamar la atención de los padres o cuidadores, lo que se convierte en un hábito y posteriormente una costumbre, la costumbre de dominar a los otros.

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